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`X-Men Orígenes: Wolverine´-acción a raudales con una historia inexistente-

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 x-men orígenes lobezno por ti.

Si hay un personaje integrante de los X-Men que merecía una película en solitario, ese era Wolverine (llamado Lobezno en España). Las dos películas dirigidas por Bryan Singer y la que cerró la trilogía por Brett Ratner, ya dejaban clara muestra de la importancia de este icono de los cómics. Las películas no habrían sido igual sin él. De ahí que tuviese compradas todas las papeletas para mostrar una aventura suya y saciar a los fans del mutante de las garras irrompibles.

Hablar sobre la historia de este mutante merecería un post aparte, algo que quizás se pueda hacer en breves. Aunque no es menos cierto que su pasado, presente y futuro, se va modificando cada cierto tiempo. Actualmente está inmerso en lo que se denomina “Wolverine Origins”. Donde se explican no pocos puntos oscuros de su pasado. Algo que siempre se ha tratado con muchas vueltas de tuerca (utilizando incesantemente los recuerdos implantados) que podían marear al lector, tanto habitual como esporádico. Más o menos lo que me pasa a mí con la serie “Perdidos”.

“X-Men Orígenes: Lobezno” trata de resolver ese tema. Saber lo que ocurrió con este personaje antes de que  perdiese la memoria. Algo que ya se dejó caer en la trilogía antes mencionada. Una idea como ésta siempre puede ser interesante. Ya que de todos es sabido que descubrir cosas ocultas de un personaje siempre atrae. Que se lo digan a Jason Bourne. Otra cosa bien diferente es el enfoque, como se lleva a cabo el tema. Más de uno puede decir lo siguiente “bueno, ¿y que esperabas? es una película palomitera y de acción. ¡No querrás ver Shakespeare!”. Cierto, pero como dice el dicho “ni calvo, ni dos pelucas”. No podemos escusar a una película-blockbuster con el típico argumento de “es para pasar el rato” o “es entretenida”. De esa manera les damos a todas un bonus que ni mucho menos se merecen. Hay que criticar lo malo que tienen y si es cierto que entretiene o no, eso es aparte. Al final parece que las escudamos en un manto de tonterías con tal de no reconocer que tal o cual película es una mierda. Entretenida, pero una mierda al fin y al cabo. Y si os molesta el adjetivo elegid otro más fino, que para el caso cualquiera vale.

La película de Hugh Jackman no la podría calificar de tal, pero si me ha dejado decepcionado, con un sabor agridulce, habiendo esperado otra cosa diferente a la que me han mostrado. Casi como si deambulara por momentos en una Tierra de Nadie dificil de entender. De entender por qué la han hecho así, quiero decir.

Una de las mayores memeces que puede haber producido el efecto “Caballero Oscuro” es que la gente espere que todas las adaptaciones tengan el tono que le impuso Nolan. O que tengan la repercusión mediática y el apoyo de la crítica y el público. Cada personaje o grupo, o como queráis llamarlo, tiene que ser tratado de una manera. De esa forma, Batman no puede compararse con Spider-man, o los 4 Fantásticos con los X-Men. Otra cosa es que la forma en que nos los muestren no sea la correcta. Como comprendereis, un ejemplo serían los tres directores que han llevado al cine al hombre murciélago. Burton, Schumacher y Nolan. Cada uno de una forma distinta.

De ahí que la película de Wolverine o cualquier otro personaje, no tenga que ser comparado con “The Dark Knight”. Olvidaos de la peli de Nolan ¿vale?. 

Los elementos que han llevado a la gran pantalla son numerosos. Los seguidores de los cómics verán guiños o momentos que les llevarán directamente a los cómics. Véase la miniserie “Origins”, “Arma-X” o los numerosos episodios de la colección regular o de los X-Men. Ahí es donde se sabe de su relación con Zorra Plateada, el conocido Proyecto Arma-X con sus numerosos integrantes. Como el Universo Marvel (igual que el de DC) está en constante evolución, todo se mueve hacia donde los guionistas de turno quieren. Recientemente pudimos asistir a la presentación de los hijos de Batman y Wolverine, o la relación que tuvieron el mutante con Mística. En resumen, hoy sabes una cosa pero mañana puede ser modificada completamente. Nadie se puede echar las manos a la cabeza por que se tomen licencias narrativas en las adaptaciones cinematográficas. Siempre y cuando no sean demasiado sangrantes. Y de nuevo os pondría otro ejemplo sobre ello. “La Liga de los Hombres Extraordinarios” poco se parece a lo que quiso mostrarnos Alan Moore. El que haya leído los dos volúmenes sabrá a qué me estoy refiriendo. Así que en la película nos enseñan la niñez de Wolverine, ligeramente inspirada en la miniserie “Origin”, el parentesco entre él y Dientes de Sable (en los cómics se mantuvo el suspense de si era hermano o padre. Al final ni lo uno ni lo otro) o una de las historias que ha rememorado frecuentemente y que tanto dolor produjo a Logan, la relación entre él y Zorra Plateada. Todo eso lo podemos ver en carne y hueso en la adaptación. Y se admite.

wolverine and sabretooth por ti.

Vayamos al principio de la película. Me gusta que los títulos de crédito los aprovechen. En “Watchmen” lo hicieron, y me gustó. Aquí pasa algo parecido. Cuentan las numerosas batallas y como se va desgastando la relación entre los dos hermanos, Wolverine y Dientes de Sable. Dejando al espectador apabullado con tanta cámara lenta de por medio. No sabiendo realmente si es necesario hacerlo de esa manera o de si son fuegos de artificio. El uso de la cámara lenta tiene que ser contado con los dedos de una mano. Peckimpah y Hill lo hacían, pero tenía su razón de ser. John Woo abusa de él constantemente y no sabes si lo quiso poner para que se le reconozca al instante. Ahora, en la mayoría de las películas de acción se recurre a él por inercia. ¿Queda visualmente bien? Sí. ¿Aporta algo? Casi podría decir que nada. 

Las escenas de acción empiezan de inmediato. Sin descanso. A veces te das cuenta de que te está importando un pepino la historia, algo importante en cualquier medio de comunicación de entretenimiento. Sea cine, serie, novela o cómic. Y es que la historia de cómo Wolverine consigue su esqueleto y garras de Adammantium acaba convirtiéndose en algo banal. La seriedad que podía haber tenido se disipa conforme van avanzando los minutos. No seriedad “oscura”, pero sí ese tono que habría hecho que cuando salieras del cine hubieses salido convencido de haber visto una buena película. Eso ocurre cuando metes peleas de relleno e innecesarias, como la que tiene lugar en un ring de boxeo contra La Mole o la que da lugar a la relación entre Logan y Gámbito,  y personajes metidos con calzador para pegar un guiño a los fans, como el de Cíclope o Emma Frost.

Es no poder abarcarlo todo. Hugh Jackman es un buen Wolverine fisicamente. ¿Pero se le ve igual que en los X-Men? Para mí ha perdido algo de frescura. Igual es porque han querido mostrar lo diferente que era al principio, pero no cuela. Interpretación mínima, carisma mucha. De eso no se vive. El personaje pesa, pero el actor tiene que hacerlo suyo. No es sólo musculatura, que la tiene, y cara de mala virgen pegando gruñidos, es más bien ese puntito donde te acojonaría a más no poder, solamente con mirarte.

wolverine and claws por ti.

Si me voy al tema de los efectos especiales acabaría con un gran interrogante en la cabeza. Precisamente esos que no iban incluídos en la copia piratilla que corrió como la pólvora por la web. Esto es una montaña rusa. Igual hay momentos en los que dirías “chapeau”, como otros en los que te escandalizas. ¿Acaso no pudieron contratar al equipo de las películas de los X-Men para que hiciesen las garras? Precisamente lo que más llama la atención en cuanto a cutrez. Se ven sobreimpresionadas en no pocas escenas. Es un detalle más, que conste. Podría haberlo saltado por alto si no…

HUBIESE VISTO UNA CINTA DE ACCIÓN AL USO. Ese es el regustillo agridulce al que me refería unos párrafos más arriba. Se ve que los que han hecho la película han pensado lo siguiente. “A la gente le gustó Wolverine en las películas. Metámosle en mil y una situaciones en las que tenga que pelear, saltar, correr, etc. y quedará satisfecha”. Por lo visto se olvidaron de que la historia siempre tiene que imperar. No puedes meter acción gratuita, aunque se hace constatemente. Tiene que tener sentido dentro de un contexto. Evidentemente puedes asumirlo, abrir los ojos y recibir el bombardeo de imágenes y sonido, beber tu Coca-Cola y comerte tus palomitas (como siempre de elevado precio), y salir más contento que unas pascuas. Pero si profundizas un poco más. Si sigues al personaje. Esperas más. Que hubiesen hecho una película equilibrada. Donde no imperase más el efecto que la razón. Wolverine convive con escenas mediocres y mil veces vistas, con otras que merecen la pena ser rescatadas. Ver la típica explosión detrás del héroe me resulta extremadamente ridículo en estos tiempos. Mientras que el enfrentamiento final contra Stryker y Logan me convenció (y eso que no es ninguna maravilla).

Es una pena que esta adaptación no haya sido llevado con más tino por parte del director. Saber dosificar y mantener a flote una historia, alternando acción e intriga (que podía tenerla). Pero por desgracia, acabas viendo a Wolverine, Logan, el mutante de las garras irrompibles, protagonizando una típica cinta de acción americana. Y lo peor de todo, al uso.

 Para leer la ficha de la película pincha aqui

 

Fdo: Snake  



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